Vila-Seca (Tarragona)

24 03 2008

En el centro del triángulo formado por la imperial romana Tarragona, la turística Salou y la modernista Reus, patria de Gaudí, se encuentra la histórica Vila-Seca, que tuvo su apogeo en la Edad Media llegando hasta nuestros días los vestigios de su pasado esplendor, aunque hoy en día se ha convertido en una ciudad dormitorio de Tarragona.

La antigua Villasicca de los árabes (villa del camino) ya era conocida por los griegos que fundaron Cal-lípolis y Salauris. En el S. III a. C. los romanos desembarcaron en la actual playa del Racó. Con la llegada de los árabes en el S. VII la zona se convertía en una zona fronteriza entre cristianos y musulmanes. En 1162 el conde de Barcelona, Alfonso I el Casto, Bernat Tort, arzobispo de Tarragona y Guillem de Tarragona donan Vila-Seca a Ramón d’Olzina.

 Iglesia Vila-Seca

Iglesia de Sant Esteve

En septiembre de 1229 el rey Jaume I el Conqueridor zarpó con sus naves de la playa del Racó en La Pineda y del Cabo de Salou a la conquista de Mallorca. Durante el S. XVI y XVII la villa sufrió numerosos desembarcos piratas lo que contribuyó a la fortificación de la villa con doble muralla y a la construcción de torres de defensa.

La Guerra del Segadors  en el S. XVII y posteriormente la Guerra de Sucesión en el S. XVIII mermaron la importancia política, económica y social de Vila-Seca.

 Muralla Vila-Seca

Torre defensiva de la muralla

Entre sus monumentos destacan las torres defensivas, como la Torre dels Carboners o la Torre de Virgili, los restos de muralla como los del Portal de Ruidoms o el conservado Portal de Sant Antoni, la Torre del Delme y el Castillo del Conde de Sicart.

El Portal de Sant Antoni es la única puerta de la muralla que se conserva del segundo perímetro amurallado de Vila-Seca.

Portal de Sant Antoni 

Portal de Sant Antoni

El Castillo del Conde de Sicart se localiza en un frondoso pinar al norte de la población. La Torre de Olzina es la edificación más antigua del actual castillo (S. XII). El castillo sufrió remodelaciones a lo largo de los siglos hasta llegar al aspecto actual neomedieval.

 Castillo Vila-Seca

Castillo del Conde de Sicart

La iglesia de Sant Esteve se comenzó a edificar en 1588, siendo de una sola nave de estilo de transición entre el gótico y el renacentista. Posteriormente se añadieron capillas laterales entre los contrafuertes. 

La fachada posee un rosetón por encima del timpano triangular que corona la puerta de entrada. Las numerosas gárgolas en forma de cañón adornan el exterior de la iglesia. El esbelto campanario probablemente cumplió funciones de torre de defensa.

Iglesia de Vila-Seca fachada 

Fachada principal de la iglesia de Sant Esteve

El municipio cuenta con excelentes playas como las de La Pineda y las de la vecina y segregada Salou, con quien comparte terrenos del parque de ocio PortAventura.

A escasos kilómetros de Vila-Seca se puede degustar una excelente «Calçotada» en la Venta de la Tieta Carme, cerca de Vallmoll, además de excelentes carnes a la brasa. Los vinos de D. O. Priorat de la provincia de Tarragona son ideales para acompañar los platos típicos de la comarca.

Una de las bodegas de más renombre son las de Cims de Porrera, donde el cantautor catalán Lluís Llach ha apostado por la cultura del vino.

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Jumilla (Murcia)

10 03 2008

La villa de Jumilla se situa en el altiplano de la región murciana y se asocia habitualmente a la tradición vinicola desde los tiempos de los iberos. Sin embargo el patrimonio monumental de Jumilla pasa muchas veces desapercibido.

Los orígenes de Jumilla son muy remotos encontrándose en el Barranco de la Pedrera pinturas rupestres y en el Barranco Ancho se situa el poblado ibérico de Coimbra.

En el núcleo urbano de Jumilla destaca El Casón, monumento tardorromano del S. V. Se trata de un panteón funerario paleocristiano de planta de cruz griega con dos absidiolos. Cerca del Casón se descubrió una estatua en bronce del dios «Hipnos» que se encuentra en el Museo Nacional de Berlín.

Jumilla - El Casón 

El Casón

En lo alto de la villa se levanta la Alcazaba árabe y el Castillo cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce, siendo reformado civilización tras civilización hasta llegar al aspecto actual cuando el Marqués de Villena mandó reconstruir la fortaleza en 1461.

Jumilla - Alcazaba 

Alcazaba de Jumilla

Con el paso de Jumilla al señorío de los Villena la población resurgió y abandono el recinto amurallado hasta descender por el lado oriental del cerro a la llanura.

Jumilla - Castillo 

Castillo de Jumilla

Quizás la joya de Jumilla (para mí lo es) sea el Palacio del Antiguo Concejo de Jumilla, obra cumbre del Renacimiento murciano, de estilo manierista, realizada en el S. XVI por Julián de Alamíquez.

Posee tres cuerpos separados por cornisas en el que el primero presenta dos grandes arcos que descansan sobre gruesas columnas toscanas que dan cobijo a la lonja. En el segundo cuerpo se encuentra el Salón de Plenos del Concejo y el tercero llama la atención por la arcada de columnas torsas o salomónicas entrelazadas con los escudos de armas de la villa en los flancos.

 Jumilla - Palacio Concejo

Palacio del Antiguo Concejo de Jumilla

Los monumentos religiosos abundan con iglesias, conventos y ermitas, destacando la Iglesia de Santiago, iniciada a finales del S. XV en estilo gótico tardío o flamígero, fue terminada a lo largo del S. XVI con el Renacimiento con la Capilla Mayor. Posteriormente en el S. XVIII se añadieron dos cuerpos a la torre.

Jumilla - Iglesia de Santiago 

Iglesia de Santiago

Entre las ermitas jumillanas destaca por su belleza la Ermita de San Agustín situada en el Camino de Granada. Se construyó en 1570, de una sola nave con la peculariedad de poseer dos cúpulas. En su interior encontramos la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la ciudad. En ella se despide al Cristo de la Columna de Salzillo en las romerías a Santa Ana.

Jumilla - Ermita 

Ermita de San Agustín

Otros monumentos notables son: la iglesia de El Salvador, la iglesia de Santa María del Rosario, las ermitas de San José y San Antón, el Convento de Santa Ana del Monte o la Torre del Rico del S. XVI, en la pedanía del mismo nombre, siendo una torre defensiva para facilitar la repoblación de la zona tras la Reconquista.

Jumilla - torre del Rico 

Torre del Rico

Un buen lugar para el descanso es la hospedería rural de Casa Luzón, situada en la carretera de Ontur, a unos 6 Km. de la población, en las Bodegas Luzón. En ella se puede degustar los gazpachos jumillanos, el arroz con conejo, el lomo de orza y las carnes rojas acompañadas por los caldos de Bodegas Luzón, destacando las variedades Syrah, Petit Verdot y Monastrell.

atardecer-jumillano

Atardecer jumillano por Juanma