Uno de los pueblos más pintorescos de la Sierra de Francia es Mogarraz, situado en pleno corazón de la serranía entre La Alberca y Miranda del Castañar. La pluviosidad es abundante por la influencia atlántica y ello se traduce en grandes bosques de castaños y robles. La arquitectura popular sigue los patrones de las casas serranas con entramados de madera, piedra y adobe, destacando en Mogarraz la altura de las viviendas.
Villa de Mogarraz
Aunque los romanos dejaron testimonios de su presencia en Mogarraz, los primeros documentos de la villa datan del S. XII cuando el territorio fue repoblado por franceses traídos por el conde Raimundo de Borgoña, casado con la hija del rey Alfonso IX, doña Urraca. Ello justifica los nombres de la toponímia local: Sierra de Francia, río de Francia, Peña de Francia, etc.
A la entrada del pueblo se encuentra la Ermita del Humilladero del S.XVIII y frente a ella la Cruz de los Judíos decorada con calaveras. De ella parte el camino al Calvario.
Ermita del Humilladero y Cruz de los Judíos
La iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora de las Nieves y destaca por su volumen y altura siendo de una sola nave con un pórtico en la cara norte. Por encima de los tejados de la villa sobresale la Torre Campanario (S.XVII) separada de la iglesia dada su función de vigía y defensa.
Torre Campanario e Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves
La mayor belleza de Mogarraz la encontramos en el trazado de sus calles estrechas, plazuelas y rincones con las típicas casas serranas con sus escalones de piedra granítica, los balcones repletos de geranios y las fachadas de adobe, piedra y madera.
Casas serranas de Mogarraz
Los alrededores están plagados de caminos para realizar senderismo destacando el denominado «Camino del Agua» que discurre entre las localidades de Mogarraz y Monforte de la Sierra. La ruta senderista discurre entre robles y castaños donde el único sonido que se escucha es el del agua y el de las aves.
Castaño
Para relajarse no hay nada como un buen paseo al atardecer por las calles del pueblo y un descanso en el Hotel Spa Villa de Mogarraz ubicado a la entrada de la población.
Villa de Mogarraz al atardecer
A la hora de reponer energía se deben probar los platos típicos como el jamón y embutido serrano, las patatas meneás, el «hornazo» (empanada de embutido), el «limón serrano» (ensalada con limones, naranjas, huevo y chorizo), la morcilla de pan y bandujo o el farinato de la cercana Ciudad Rodrigo, acompañando un par de huevos fritos de corral con patatas.
Se debe degustar el vino de la zona con denominación Sierra de Salamanca, elaborados a partir de la variedad Rufete. En la cercana villa de Miranda del Castañar se encuentra el Museo Bodega La Muralla. Merece la pena desplazarse para conocer la historia de estos caldos medievales.
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