Fisterra (A Coruña)

19 11 2009

Una frase define Fisterra, «Fin da terra, fin do camiño». La leyenda de la ciudad perdida de Duio, capital de los antiguos pobladores gallegos y la existencia de castros celtas en la zona indican la antiguedad de Fisterra (Finisterre).

Las increibles puestas de sol en el cabo Fisterra hicieron creer a los romanos que estaban en el Finis Terrae, el final de la tierra donde moría el sol.

«Costa da morte» en Fisterra

En el año 137 a. C., Décimo Junio Bruto llegó al Cabo de Fisterra, según el historiador clásico Lucio Floro. Desde allí se contempla el Centulo (islote en forma de la concha del crustáceo), donde innumerables buques naufragaron a lo largo de los siglos, como el Blas de Lezo, el Captain o el Bitten.

Puerto de Fisterra

Fisterra se levanta a modo de anfiteatro sobre el puerto pesquero, constituyendo un núcleo de calles estechas llenas de tipismo. Igualmente sobre el mar, en las laderas de los montes, se levantan los hórreos típicos de la comarca, de piedra de canterería, con cámara alta y estrecha, rematados por una cruz y un pináculo.

Hórreos de la Costa da Morte

En el término municipal de Fisterra encontramos numerosas playas como las de Langosteira, Talón, Ribeira, Corbeiro, Sardiñeiro, o las salvajes y peligrosas de Arnela, Praia O Rostro o Mar de Fóra.

Entre el patrimonio monumental de Fisterra destaca la Iglesia de Santa María das Areas de Fisterra, del S. XII.

Iglesia de Santa María das Areas de Fisterra

Su vinculación al Apóstol Santiago hizo que fuera visitada a partir del S. XIV por numerosos peregrinos por lo que el párroco de la villa, Alonso García, mandó edificar el Hospital de Peregrinos de Nuestra Señora del Rosario en 1479.

En el interior de la iglesia de Santa María se contempla el «Cristo da Barba Dourada», talla gótica de principios del S. XIV. La Puerta Santa con motivos acantiformes está flanqueada por los escudos de los Recamán y los Feijoo.

Otras iglesias del Concello son de estilo barroco, como las de San Vicente de Duio y San Martiño, o renacentistas con elementos barrocos como la de San Juan de Sardiñeiro.

Castillo de San Carlos

El Castillo de San Carlos del S. XVIII, forma parte del plan defensivo de la ría,  junto con el Castillo del Cardenal de Concurbión y el Castillo del Príncipe de Cee.

Fue construido por Real Orden de Carlos III en 1757 bajo la dirección de los ingenieros Demaur y Exaccha. Es de planta irregular debido a su asentamiento sobre el terreno rocoso que se precipita sobre la ría de Concurbión.

El Faro de Fisterra es el más occidental y emblemático de Europa, considerado como el cabo del fin del mundo durante siglos.

Faro de Fisterra

El actual Faro de Fisterra fue construido en 1853 por el ingeniero Félix Uhagón, levantándose su linterna poligonal sobre el nivel del mar a 138 metros.

Junto al faro se levanta el edificio de la Sirena, popularmente llamado «la vaca de Fisterra», que emite sonidos estridentes en días de niebla, y un tercer edificio, el Semáforo, que emitía señales para la marina de guerra.

Actualmente este último edificio, se ha tranformado en un bucólico hotel rural en los confines de la tierra, donde el viajero puede descansar con unas magníficas vistas sobre el Atlántico.

O Semáforo es un referente en la hospedería local, así como, el restaurante O Centolo, donde degustar el marisco gallego de la Costa da Morte acompañado de un buen Albariño.

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Siurana (Tarragona)

2 11 2009

La pintoresca y pequeña villa de Siurana se levanta sobre un enorme peñón de piedra caliza presidiendo el valle del río Siurana y el torrente del Estopiñá. La localidad pertenece al municipio tarraconense de Cornudella de Montsant.

1 Iglesia de Santa Maria de Siurana

Panorámica de Siurana

Entre sus escasas calles reina el silencio y en lo más alto del enclave rocoso se localiza los restos del castillo musulmán, que fue centro del último reino de taifa reconquistado en Cataluña en 1153 tras el asedio de Bertran de Castellet, dando lugar a la «leyenda de la Reina Mora».

Siurana

Siurana

Abd-al-Azia, la supuesta reina mora de la leyenda, era la esposa del walí de Siurana. Mientras se perfumaba, fue sorprendida por los cristianos, con la espalda y los brazos desnudos. Cuando la vieron los cristianos, se sorprendieron por su gran belleza y le prometieron la vida si se convertía al cristianismo.

La princesa tomó su caballo, lo montó y lo condujo hacia el precipicio; el caballo reculaba relinchando con fuerza delante del abismo.

Viendo la resistencia del caballo le asestó un golpe en el vientre y empezó a correr, pero de repente, justo delante del abismo se paró con suma brusquedad, dejando en la roca marcada la herradura de una de sus patas.

Abd-al-Azia clavó su espada en el suelo y el caballo, muy asustado, saltó y se perdió absorbido por el precipicio.

Castillo de Siurana
Castillo de Siurana

La iglesia de Santa María es la joya de la población, una iglesia románica del S. XII. Posee una nave única y un ábside con una ventana central, siendo cuadrada la torre del campanario. La portada meridional posee tres arquivoltas sobre sus columnas con capiteles antropomórficos y vegetales.

2Iglesia de Santa Maria de Siurana

Portada meridional

En el tímpano se representa una crucifixión, donde Cristo aparece rodeado por el sol y la luna, dos leones y ocho personajes sobre arquerías.

La portada y el tímpano son enmarcados por un guardapolvos en doble zigzag.

Timpano d Santa Maria de Siurana

Tímpano de Santa María de Siurana

Numerosas rutas senderistas bordean el valle de Siurana y suben hasta la villa por el torrente del Estopiñá. En plena Sierra del Montsant las posibilidades para practicar senderismo son múltiples con infinidad de caminos P.R. y G.R.

En la cercana localidad de La Morera de Montsant encontramos los restos de la Cartuja de Scala Dei. Edificada en el S. XII es considerada la primera cartuja de la Península Ibérica. Las tierras donde asienta fueron donadas por Alfonso II el Casto en 1194.

Ex Cartuja de Scala Dei

Cartuja de Scala Dei

En pleno corazón del Montsant se pueden degustar platos como «cargols a la llauna», el conejo con caracoles, los níscalos en otoño, la “truita amb suc” (tortilla en salsa) o el bacalao con alcachofas.

Los vinos con D. O. Montsant acompañan a esta gastronomía tarraconense, con predominio de la uva garnacha y cariñena.