Bonilla de la Sierra (Ávila)

5 04 2010

Entre la Sierra de Gredos y Ávila, se encuentra el pequeño municipio de Bonilla de la Sierra, en el Valle del Corneja, con un gran pasado medieval que se refleja en sus monumentos históricos artísticos, pese a tener la población menos de 150 habitantes.

Colegiata de San Martín

Los lusitanos, turdetanos y vettones ya poblaron sus tierras antes de las conquistas romanas. Es en la Edad Media cuando Bonilla de la Sierra (antigua Bona Villa) adquiere su esplendor, tras recibir la villa como donación el obispo de Ávila, Domingo Blasco, en el S. XIII.

Arquitectura popular

El rey Juan II de Castilla autorizó a los judíos del valle para que realizasen sus actividades comerciales contribuyendo a su esplendor. En 1440 se celebraron Cortes de Castilla y León. El Cardenal Juan de Carvajal fue el benefactor de la villa y promotor de la Colegiata.

Con la Desamortización de Mendizábal, la villa cayó en decadencia y su despoblamiento se aceleró a lo largo del S. XVIII.

Fachada meridional de la Colegiata de San Martín

El viajero que llega  a la villa se ve sorprendido por la silueta de las murallas, el castillo, y sobre todo, por la Colegiata de San Martín.

Se trata de un templo gótico construido con sillares de granito de una sola nave, situado en el centro de la Plaza Mayor porticada, en el que llama la atención los grandes contrafuertes prismáticos que son rematados por pináculos piramidales decorados con bolas y gárgolas, hasta un total de once, seis por el lado meridional y cinco por la cara norte, al ocupar un espacio la torre de la iglesia.

Las puertas de la Colegiata son casi simétricas aunque la meridional destaca por el vano de la entrada rematado en arco en carpanel, y con una escultura de la Virgen en el tímpano.

En su interior destaca el retablo gótico de la Capilla de los Chaves, el Coro y el Altar Mayor.

Soportales de la Plaza Mayor

La Plaza Mayor presenta los soportales típicos de las plazas castellanas y en uno de sus laterales se levanta una cruz de granito con escudo heráldico en su base, desde donde se contempla el Castillo.

Cruz de granito

El castillo perteneció a los Obispos de Ávila, remontándose su origen actual al S. XIV. La imponente Torre del Homenaje es rematada por ménsulas que soportaban un matacán desaparecido. Parte del castillo formaba parte del lienzo amurallado del noreste de la villa.

Castillo de Bonilla de la Sierra

Al igual que los pináculos de la Colegiata, los cubos y torres de la muralla se ven colonizados por nidos de cigüeñas muy presentes en la villa.

Lienzo de muralla

De la primitiva muralla queda en pie la Puerta de la Villa, del S. XV, con arco apuntado gótico, desde donde se divisan las nieves de la Sierra de Gredos.

Puerta de la Villa y Sierra de Gredos

Una vuelta por sus calles nos descubrirá algunas casonas y palacetes, con sus escudos heráldicos, y en las afueras encontramos el Puente de Chuy, de estilo románico.

Una peculariedad es la “Procesión de los Negros” del Jueves Santo, donde dos penitentes de negro van tocando un tambor y una especie de clarinete con un sonido quejoso, durante toda la noche.

Puerta de la Villa

La conservación y recuperación de su patrimonio volverán a dar esplendor a Bonilla de la Sierra, y fruto de ello son las Casas Rurales que empiezan a aflorar en su término municipal, donde descansar y saborear la gastronomía de la comarca, destacando los judiones de El Barco de Ávila, las patatas revolconas, el chuletón de Ávila o los asados de cordero y cochinillo.

Casco medieval

En la cercana comarca abulense de Cebreros, a orillas del Alberche, se elaboran vinos a base de uva tinta y garnacha fundamentalmente, que se conocen como caldos de la Zona de Vinos de Cebreros, que pueden acompañar los platos típicos.

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