En pleno Maestrazgo turolense se encuentra la localidad de Mirambel, todo un ejemplo de arquitectura medieval con sus murallas y portales, reconocida como patrimonio cultural en 1982 con el premio Europa Nostra.
Calle de Mirambel
De su castillo templario del S. XII, sólo se conservan los restos del antiguo horno, arcos apuntados y paredes de mampostería. Las murallas rodean la población, con sus cinco puertas de acceso a la villa, denominadas Portal del Estudio, de San Valero, de San Roque, de la Fuente y de las Monjas.
Portal del Estudio
La joya de Mirambel es el Portal de las Monjas, antigua puerta de la muralla adosada al Convento de las Agustinas y con un torreón cilíndrico anexo.
Hacia el exterior se abre por un arco de medio punto, mientras que hacia el interior el arco es apuntado. Una pequeña capilla guarda la imagen de Santo Tomás.
Portal de las Monjas
La galería de tres pisos está cerrada por unas celosías preciosas de madera, barro y yeso, que ocultaban el paso de las religiosas del Convento de las Agustinas.
Celosías del Portal de las Monjas
Por el Portal del Estudio se accede al centro de la población donde destaca la Casa Consistorial, la iglesia de Santa Margarita y las casas de los Zurita y Pastor.
Casa Consistorial
La Casa Consistorial es de estilo renacentista, destacando la lonja compuesta por dos arcos de medio punto y uno lateral. Sus ventanas adinteladas y los aleros de madera son típicos del arte renacentista aragones.
Gatito
Pasear por las calles empedradas de Mirambel, en silencio, sin coches, con la sóla presencia de alguno de los escasos cien habitantes, donde los gatos son los dueños de la población, es una gozada.
Iglesia de Santa Margarita
De la iglesia de Santa Margarita destaca la torre campanario con su cuerpo superior ochovado. Sufrió importantes daños el altar mayor en 1836, a consecuencia de un incendio en la primera guerra carlista.
Casa Aliaga
La Casa Aliaga es uno de los palacios más bellos del Renacimiento turolense, destancando el arco de medio punto de su entrada, las ventanas de alfeizar y el ático con su galería de arquillos. La casa se remata con un doble alero de madera decorada.
Frente a ella se levanta la Casa Castellot, también de estilo renacentista.
Calle de Mirambel
El entramado medieval se observa en sus calles estrechas, desde que el rey Jaime I de Aragón otorgó el señorío de Mirambel al caballero francés Raimundo Beneito.
El rey Alfonso II de Aragón concedió a Mirambel el fuero libre y las cartas de población en 1157.
Mirambel fue testigo de las luchas en las guerras carlistas entre el general Cabrera «el tigre del Maestrazgo» y el general O’Donell.
Casa renacentista
Otras casas renacentistas encontramos en la población, fruto de su pasado histórico, como las de Barceló, Almudena o Costeras, muchas de ellas en la calle de las Eras.
En los alrededores de la población se encuentran las Ermitas de San Martín y San Roque.
Calle de las Eras
En cualquiera de sus mesones se puede degustar el Jamón de Teruel y el queso Tronchón, para continuar con el Ternasco de Aragón, regado con Vinos de la Tierra del Bajo Aragón. De postre los almendrados y las tortas de nuez.
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