En la comarca de La Manchuela de Albacete, se encuentra Alcalá del Júcar, en lo alto de una colina que preside un meandro del río Júcar camino del Mediterráneo.
Alcalá del Júcar
Es uno de los pueblos más pintorescos de España, encajado en la Hoz del Júcar, con sus casas excavadas en la roca, adaptándose al terreno, conformando una red de calles estrechas y empinadas camino del Castillo.
Castillo y casco histórico
En el S. XII existía una fortaleza musulmana, siendo conquistada la plaza en 1213, por el rey Alfonso VIII. El castillo fue ampliado y remodelado en el S. XV por el Marqués de Villena, Don Juan de Pacheco.
Castillo de Alcalá del Júcar
El Castillo de Alcalá del Júcar es de planta pentagonal con dos torrecillas circulares en los ángulos rectos, con tres plantas en su interior, levantándose en la parte más elevada de la villa.
Castillo de Alcalá del Júcar
Según la leyenda una princesa cristiana llamada Zulema, era pretendida por el musulmán Garadén, y que fiel a su fe se suicidó arrojándose al vacío. Otras versiones hablan de los amores prohibidos de Zulema, esta vez musulmana, con un caballero cristiano.
Hoz del Júcar
El serpenteante río Júcar discurre por su hoz, dejando paisajes ribereños de gran belleza, plagados de caminos ideales para practicar senderismo, bajo la sombra de los pinos y de un frondoso bosque de ribera.
Cueva de Garadén
La Cueva de Garadén es una de las escasas cuevas fortificadas de la Península, situándose en el cinto norte de las paredes de la hoz, cerca de la Ermita de San Lorenzo. Sus dimensiones serían de 40 metros de ancho por 35 metros de profundidad.
Puente Medieval e Iglesia Parroquial
El Puente Medieval (S. XIV – S. XV) era paso obligado del Camino Real de Castilla a Levante, convirtiéndose en puerto seco o aduana.
Los vecinos le denominan con el nombre de «Puente Romano», pese a no ser de la época del imperio romano.
Vista desde el Castillo
La iglesia parroquial se construyó entre el S. XV y el S. XVIII, de nave única y cruz latina, destacando la bóveda gótica. La torre y la fachada, de estilo academicista, son obra del arquitecto Lorenzo Alonso.
Río Júcar
En el casco urbano se encuentran casas cueva, que cruzan la roca sobre la que asienta la población, destacando la Cueva del Diablo y la Cueva de Masagó, reconvertidas en casas museo y locales de restauración, donde degustar los productos gastronómicos de La Manchuela.
Castillo de Alcalá del Júcar
Por su término municipal pasaba la Ruta de la Lana, una de las rutas de la trashumancia, de origen prerromano, siendo regulada en tiempos de Eurico, rey visigodo, hasta adquirir su esplendor en la Edad Media.
Calle del casco histórico
Si por el día Alcalá del Júcar brilla con luz propia, al caer la noche, las luces de sus calles y monumentos, realzan la belleza de este pueblo manchego, bajo el manto de las estrellas de un cielo limpio sin contaminación atmosférica.
Vista nocturna de Alcalá del Júcar
En la gastronomía local no puede faltar el gazpacho manchego, además del morteruelo, el atascaburras, las migas ruleras, el moje, las gachas o el arroz con serranas.
Tan contundentes platos típicos manchegos se acompañan de los vinos D. O. Manchuela, con sus uvas más características, la macabeo y la bobal.
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