A escasos kilómetros de la capital manchega se encuentra Chinchilla de Montearagón, dominada por su Castillo.
Plaza de La Mancha
La Plaza de la Mancha es el centro de la ciudad rodeada por el Ayuntamiento (S. XVI – XVIII) presidido por el busto de Carlos III, la iglesia de Santa María del Salvador y la Torre del Reloj.
Iglesia de Santa María del Salvador
La iglesia de Santa María del Salvador es el monumento más emblemático de la ciudad, de origen gótico mudéjar, con añadidos posteriores renacentistas, barrocos y neoclásicos.
Es el Santuario de la Santísima Virgen de las Nieves, patrona de Chinchilla de Montearagón.
Puerta gótica del templo
Frente a la iglesia de Santa María del Salvador, encontramos la Torre del Reloj, que marca las horas de esta villa manchega, que fue capital efímera de la provincia.
Torre del Reloj
El casco histórico está repleto de palacios, como el Palacio López de Haro, el Palacio Núñez Cortés (plateresco), o el Silo de los Pacheco.
Palacio Núñez Cortés
El Castillo de origen árabe, preside la población, con una vista excepcional de la llanura de La Mancha. En el S. XV alcanza su esplendor siendo construido bajo las ordenes de Juan Pacheco.
Castillo de Chinchilla de Montearagón
El Ayuntamiento en la Plaza de la Mancha, posee dos fachadas, la de la plaza, barroca, del S. XVIII y la de acceso, adintelada.
Vista del Ayuntamiento desde el Castillo
La fachada de la calle Fernando Núñez (S. XVI) es obra de Andrés de Vandelvira, maestro alcazareño del Renacimiento español.
Arco del Ayuntamiento
Desde el Castillo a la Plaza de la Mancha, un laberinto de calles estrechas y tortuosas, conforman el casco histórico de la villa.
Calle típica
En la gastronomía local destaca la perdiz en escabeche, el ajo pringue, las migas ruleras, el atascaburras, el azotabarbas o el guisado de cordero.
Para acompañar los platos, los vinos con D. O. Manchuela.
Comentarios recientes