Al sureste de la provincia de Valencia, en la comarca de La Safor, se encuentra Oliva, cuyas playas de arena fina se abren al Mediterráneo.
El origen de Oliva es seguramente anterior a la conquista musulmana, habiendo estado relacionada con la Awraba que cita Ibn al-Abbar, siendo un lugar cercano a Dénia y dependiente de su taifa.
A mediados del siglo XIII, Jaime I conquistó Oliva, respetando a la población musulmana y dándola en señorío a la familia Carròs, cuyo centro de poder estaba en el vecino castillo de Rebollet.
Más tarde fue comprada por la familia Centelles, quienes la separaron del Rebollet y obtuvieron de Alfonso el Magnánimo en 1449 el título de Condado.
El Tossalet del Doix es uno de los puntos más elevados del Raval, siendo un balcón privilegiado para contemplar Santa Maria al fondo, y un imponente primer plano de la iglesia de Sant Roc, de la cual destacan las singulares formas del artístico juego de cúpulas.
El Carrer La Falç (La Hoz) en el Raval destaca por su modestas casas construidas sobre la roca, en el XVI y su forma de “L” con fuerte pendiente, es de las más peculiares de Oliva.
La Església de Sant Roc tiene sus raíces en la comunidad musulmana que ocupaba el Raval en la mitad del siglo XV. El templo actual es del XIX a excepción de la capilla del Cristo que es de 1749, auténtica joya barroca destacando los frescos de las cúpulas.
La Plaza del Ayuntamiento, formada por edificios de gran interés arquitectónico, está presidida por la estatua del Almirante Gabriel Ciscar i Ciscar, uno de los personajes más ilustres de Oliva.
El Portalet de la Verge consta de un arco de medio punto que sustenta un nuevo muro decorado con un retablo de cerámica.
Pertenece a la primera muralla que rodeaba la Vila y era uno de los cinco accesos que tenía la ciudad medieval.
En la plaza de Alonso se encontraba la casa natalícia de D. Gabriel Ciscar y Ciscar (1760-1829), matemático, almirante y dos veces regente de España. Esta plaza es el punto de inicio de los itinerarios turísticos de la Vila Condal y El Raval Morisco.
La Església de Santa Maria la Major (Siglos XVII – XVIII) fue empezada en estilo barroco y acabada en clásico-academicista. Destaca el campanario, la capilla de la Virgen del Rosario y el transagrario, que actúa como contrafuerte del ábside.
La Torre de la Muralla (Siglo XVI) es la única que se conserva de las que formaban parte de la muralla de la Vila, cilíndrica y de fábrica de mampostería, está en el tramo de la muralla que delimitaba la zona de expansión urbana del preexistente arrabal morisco.
Un conjunto de casas señoriales (Siglos XVI – XVII) albergan el Museo Etnológico y la Biblioteca Central. El Museo muestra diversos aspectos de nuestra cultura agraria con una exposición de útiles y materiales que incluye los relativos a los animales utilizados como fuerza motriz y para carga, y los referentes a la gastronomía típica olivera.
L’Enginy (Siglo XV) era la antigua lonja para la transformación y almacenaje de azúcar, siendo uno de los mejores exponentes de la arquitectura industrial valenciana relacionada con la producción de la caña de azúcar.
Oliva fue la primera ciudad de la Safor, donde la muela de piedra tradicional se sustituyó por maquinaria movida por energía hidráulica.
Del Palacio de los Centelles, edificio gótico-renacentista, datado en la primera mitad del siglo XV con importantes remodelaciones en el XVI, solo quedan restos de sus lienzos destacando su ventana gótica.
En la gastronomía de Oliva destaca los arroces (paella valenciana, «arrós al forn», arroz con sepia y gambón, etc) así como «fideuá», además de los pescados y mariscos de la costa mediterránea.
Los vinos con D. O. Valencia, sobre todo los blancos, acompañan los platos típicos den Oliva.
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