En el ancho valle del río Cànyoles y en el centro de la comarca de La Costera, se localiza el municipio valenciano de Montesa, a orillas del eje de comunicación de Valencia con Albacete y la meseta manchega.
Castillo de Montesa
Aunque de origen romano, la población tuvo importancia en la Edad Media, sobre todo en las luchas fronterizas entre el caudillo musulmán de Xàtiva y el rey Jaime I El Conquistador.
Castillo de Montesa
El rey Alfonso III de Aragón repobló la zona con cristianos en 1289, otorgando la Carta Puebla a la localidad.
Sin lugar a dudas, es en 1317 cuando cobra importancia, creándose la Orden monástico – militar de Montesa, por mandato del rey Jaime II, como sustituta de la desaparecida Orden del Temple en Valencia.
Castillo de Montesa
En lo alto del cerro de la villa se conservan los restos del Castillo de la Orden de Montesa, que fue destruido en gran parte por el terremoto del 23 de marzo de 1748.
Casa de la Vila
En el centro del casco histórico, se encuentra la Casa de la Vila, con un atrio porticado de sillares (S. XVII), siendo la actual sede del Ayuntamiento y de la Oficina de Información y Turismo.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Desde lo alto del Castillo se divisa la comarca de La Costera, así como los tejados de las casas, entre las que sobresale la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con la Serra Grossa al fondo del valle.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción preside la Plaza de la Vila, siendo construida en el S. XVII por el arquitecto Juan Aparicio.
En su interior destaca los retablos de las Ánimas y de San Sebastián (S. XVI), el órgano (S. XVIII), la Capilla del Sagrario con cúpula barroca o la pila gótica con el escudo de la Orden de Montesa.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
El Museo Parroquial se encuentra frente al Campanario, que alberga obras de arte religiosas de los S. XVII y S. XVIII, sobre todo grabados y piezas de arquitectura.
Campanario de Montesa
Otros monumentos de la población son la Ermita del Calvari (S. XVIII), las Ermitas de San Sebastián y de la Santa Cruz (ambas del S. XVI), la Casa Abadía, la Casa de la Marquesa o la Casa dels Frares.
Casa de la Vila
Los alrededores se prestan a practicar el senderismo, bien por rutas fáciles y sin apenas desnivel, a lo largo del valle del Cànyoles, o por rutas escarpadas y duras, a lo largo de la Sierra de Enguera, o la Serra Grossa, destacando la Mola, el Barranco de la Font Santa o el Barranco de la Fos.
Castillo de Montesa
No puede faltar a la hora de comer un «arròs al forn» o un «arròs amb fesols i naps», dos platos comarcales, diferentes a la tradicional paella valenciana.
Los vinos con D.O. Valencia, de las poblaciones cercanas, como Fontanars dels Alforins, la Font de la Figuera o Moixent, son ideales para acompañar los arroces típicos de La Costera.
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