El viajero que visita Galicia no puede dejar de ver este pequeño pueblo marinero lleno de encanto perteneciente al municipio de Poio, a orillas de la ría de Pontevedra.
El conjunto histórico artístico se caracteriza por tres elementos esenciales: los hórreos, los cruceiros y las casas mariñeiras.
Hórreo de Combarro
La peculariedad de los hórreos de Combarro es su ubicación a orillas de la mar sirviendo de despensa para los alimentos, fundamentalmente maíz y patatas.
Estas construcciones de arquitectura popular, al igual que las casas mariñeiras, son del S. XVIII. A orillas de la playa de Padrón se alinean una treintena de hórreos que configuran la estampa marinera.
Alineamiento de hórreos frente a la playa
En torno a la calle principal, denominada «A Rúa», se agolpan las casas mariñeiras en las que la planta baja se destina para almacén de utensilios de pesca y agricultura, e incluso en algunas encontramos lagares donde se elabora el vino de las Rías Baixas.
Los cruceiros de Combarro tienen una peculariedad que los diferencia del resto de los cruceiros gallegos, y es que la figura de Cristo mira hacia tierra mientras que la figura de la Virgen está siempre dirigida a la mar.
Cruceiro combarrese
La iglesia parroquial de San Roque del S. XVIII preside el centro del casco histórico junto al cruceiro de San Roque con la imagen del santo y su perro «San Roquiño».
No se conoce bien el origen de Combarro pero los documentos históricos atestiguan que el pueblo y la isla de Tambo fueron donados por Doña Urraca al Monasterio de Poio en el S. XII.
El Monasterio de San Juan de Poio fue fundado según la tradición en el S. VII por San Fructuoso, y en todo caso ya existía en el año 942.
Monasterio de San Juan de Poio
Por la ley de desamortización de Mendizábal el monasterio fue abandonado por los benedictinos en 1835. Actualmente es la residencia de los religiosos de la Orden de la Merced desde 1890.
En su interior destaca el Claustro de las Procesiones, del S. XVI, del maestro Mateo López.
A orillas de la ría de Pontevedra
Galicia es tierra de marisco y en el Restaurante Combarro encontramos los manjares de la ría como nécoras, ostras, percebes, santiagüiños, camarones, centollos, cigalas o almejas, además de los pescados de la mar como el rodaballo, la merluza de pincho o el pulpo «a feira».
Los vinos con D. O. Rías Baixas son ideales para acompañar una buena mariscada a orillas del Atlántico.
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