El casco histórico de Avilés fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1955 destacando el conjunto de edificios con sus soportales. Está constituido por una amalgama de estilos desde el románico al modernista pasado por el gótico y el barroco.
Calle Galiana
El conjunto de calles monumentales está situado alrededor del Palacio Municipal y del barrio marinero de Sabugo, destacando la calle Galiana, la calle Bances Candamo, la calle Rivero, la calle Ferrería o la calle San Francisco con sus edificios modernistas. La Plaza de España, en el centro del casco histórico, está presidida por el Palacio Municipal.
Palacio Municipal
Entre sus calles afloran edificios civiles con Palacios como el del Marqués de Camposagrado del S. XVII y el del Marqués de Ferrera, ambos barrocos, o casas góticas como la de Valdecarzana con sus preciosos arcos geminados.
Calle San Francisco
La calle San Francisco destaca por el conjunto de edificios modernistas frente a la iglesia de San Nicolás de Bari y la fuente de los caños de San Francisco.
Fuente de los Caños de San Francisco
En el barrio de pescadores de Sabugo se alza la Iglesia Vieja de Sabugo de origen románico y de finalización gótica.
Iglesia Vieja de Sabugo
La iglesia se sitúa en la plaza del Carbayo desde donde parten calles típicas marineras como la de Bances Candamo o la calle de la Estación.
Calle de Bances Candamo
En la plaza de Carlos Lobo se levanta la Iglesia de los Padres Franciscanos, el edificio más antiguo del románico de Avilés (finales del S. XII) que conserva su portada románica en su fachada oeste. Adosada a la cara norte de la iglesia se encuentra la Capilla funeraria de los Alas, del S. XIV.
Iglesia de los Padres Franciscanos
Sin lugar a dudas, la estampa más típica de Avilés, son sus calles engalanadas de soportales, que protegen al viajero de las inclemencias del tiempo.
Soportales
Un clásico de la restauración en Avilés es el Asador El Poeta, en la calle de la Estación, donde se puede degustar la merluza a la avilesina, la caldereta, las sardinas al vino o la ternera guisada con “arveyos” y con la sidra natural como bebida acompañante. De postre se puede tomar el arroz con leche o las “marañuelas” de Avilés, aunque personalmente recomiendo una tabla de quesos asturianos, con Cabrales, Casín, “Afuegal’ Pitu”, Gamonedo o Beyos.
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