Frías (Burgos)

16 06 2010

En el valle burgalés de la Tobalina, en plena comarca de las Merindades, se encuentra la villa medieval de Frías, destacando su silueta sobre el cerro alargado, con su castillo, su iglesia y sus casas colgadas.

Frías

En el año 1202, el rey Alfonso VIII le concedió su fuero y en 1435, el rey Juan II le otorgó el título de ciudad.

Sus empinadas calles dentro del recinto amurallado son un claro exponente de trazado medieval, que transporta al viajero a través del tiempo. Dominando la población se alza el Castillo con su Torre del Homenaje.

Vista de Frías desde el Lavadero

La construcción del castillo se remonta al S. XII y fue entregado a la corona por los Armengol, perteneciendo posteriormente a la familia Fernández de Velasco. Destacan sus ventanales románicos y sus capiteles con animales fantásticos.

Asentado sobre el peñasco denominado La Muela, ofrece una vista panorámica sobre el casco antiguo y el río Ebro con su puente medieval.

Vista desde el Castillo

La muralla urbana de Frías contaba con tres puertas de acceso a la villa. La Puerta de la Villa se hundió y actualmente se conservan la Puerta del Postigo y la Puerta de Medina.

Puerta del Postigo

La Puerta del Postigo se encuentra cerca de la iglesia de San Vicente y presenta una portezuela baja y estrecha con bajada por un atrincheramiento abovedado.

Puerta de Medina

La Puerta de Medina está cercana al castillo y presenta un arco de medio punto y un acceso en rampa de caracol.

Castillo de Frías y calle medieval

El Puente Medieval es un claro ejemplo de puente fortificado, siendo su origen romano, siendo modificado añadiéndose la torre de defensa central.

Por este puente que cruza el río Ebro pasa la calzada romana que unía la Meseta con el Cantábrico.

Puente Medieval

El puente mide 143 metros y posee nueve arcos apuntados o rebajados, siendo su anchura de 3’45 m.

La torre de defensa central es de planta poligonal, siendo abovedada con cañón, sobre el cual emergen las saeteras de defensa.

Iglesia de San Vicente

La Iglesia de San Vicente se ubica en el extremo rocoso, opuesto al castillo, siendo su origen románico. La original puerta románica se encuentra en el Museo de los Claustros del Metropolitano de Nueva York.

Torre del Homenaje

Las casas colgadas de Frías se encuentran sobre la ladera de La Muela, desafiando al vacío y componiendo una bella estampa turística.

El Convento de Vadillo fue fundado en el S. XIII, estando pendiente de restauración, destacando su iglesia gótica y parte del claustro.

Junto al río Molinar se levanta el lavadero medieval que estuvo en uso hasta el S. XX, en el que aparecieron las domesticas lavadoras.

Ermita de Nuestra Señora de la Hoz y Puente Románico

El río Molinar entre Frías y la pedanía de Tobera, se precipita al Ebro a través de un preciosa cascada, después de abrirse paso entre los Montes Obarenes formando un profundo desfiladero.

En Tobera encontramos un bello rincón lleno de encanto, con la estampa del Puente Románico y la Ermita de Nuestra Señora de la Hoz.

La ermita está tallada en la roca siendo de estilo gótico y su balconada posterior servía para dar cobijo a los peregrinos, levantándose a escasos metros el Altar de Caminantes Santo Cristo de los Remedios.

En la villa encontramos la Posada Rural Las Merindades, donde se puede descansar entre sus muros medievales y degustar la gastronomía casera de la comarca, como las croquetas de morcilla de Burgos, los pimientos rellenos de gulas con salsa de chipirones o el cordero lechal.

Los Vinos de la Tierra de Castilla León hacen un perfecto maridaje con los productos gastronómicos burgaleses.