Se asocia Almería a tierras áridas y desérticas desconociendo que la provincia posee zonas montañosas como La Alpujarra almeriense, la sierra de Los Filabres o la Sierra de María donde se ubica el precioso pueblo de Vélez-Blanco.
Vélez-Blanco
En el término municipal se encuentra la Cueva de los Letreros, en la falda del Maimón, donde fue descubierta una pintura rupestre del neolítico tardío que se ha convertido en el simbolo de Almería, el Indalo.
El Indalo representa una figura humana con los brazos extendidos y un arco sobre sus manos. La palabra Indalo podría tener un origen íbero: «indal eccius» mensajero de los dioses aunque otros piensan que el nombre es un homenaje a San Indalecio, patrón de la ciudad de Almería.
Dominando el pueblo se levanta el Castillo de Vélez-Blanco mandado construir por D.Pedro Fajardo, primer Marqués de Los Vélez, en 1506. Es una de las mejores obras renacentistas de nuestro país atribuida a Francisco Florentin. El castillo tiene planta hexagonal asentándose sobre el macizo rocoso que corona la villa. El Patio de Honor realizado en mármol blanco de Macael fue vendido y se encuentra en el Museo Metropolitano de Nueva York.
La iglesia de la Magdalena, junto al castillo, se levantó sobre la mezquita árabe en el S. XV. La iglesia y convento de San Luis fueron fundados por D.Luis Fajardo, segundo Marqués de Los Vélez, en 1572.
Iglesia de la Magdalena
El templo más importante es la iglesia de Santiago que data de 1515, con mezcla de elementos góticos y mudéjares, siendo construida bajo las instrucciones del alarife morisco Zunzuñegui.
Iglesia de Santiago desde el Castillo
Desde el Castillo el viajero puede perderse por las estrechas calles de casas encaladas respirando el aíre puro de la Sierra de María – Los Vélez para despertar el apetito antes de probar la gastronomía de la comarca.
Castillo de Vélez-Blanco
En el Mesón el Molino, popularmente conocido como «Casa El Porchas», podemos degustar las especialidades serranas como la paletilla de cabrito, el chuletón de buey a la brasa, las perdides en salsa de almedras, los gurullos con liebre o conejo, el puchero de pelotas o el potaje de trigo. El vino de la tierra almeriense (Ribera del Andarax) puede acompañar estos platos de Vélez-Blanco.
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