Villanueva de Córdoba es una de las poblaciones más importantes de la comarca de Los Pedroches, con gran tradición de curar jamones ibéricos y en fabricar las famosas navaja jarotas.
En su término municipal se encuentran restos arqueológicos del Calcolítico, como el Dolmen de Aguilillas, así como restos de otras civilizaciones como los celtas, romanos o visigodos.
Según la tradición la villa fue fundada en el Siglo XIV por vecinos de Pedroche, huyendo de la Peste Negra de 1348.
Por su proximidad a la Dehesa de la Jara, se denominó Villanueva de la Jara, de ahí el gentilicio de «jarote», pasándose a llamar Villanueva de Córdoba en 1499.
El Emperador Carlos I de España y V de Alemania otorgó el titulo de villa en 1553, figurando el escudo imperial en la heráldica de la villa.
La iglesia de San Miguel Arcángel se construye tras concederle el titulo de villa en el Siglo XVI, añadiéndose la Torre y la Sacristía en el Siglo XVIII.
Del Siglo XVI es la Iglesia de San Sebastián, siendo la sede de tres hermandades de la Semana Santa Jarota, vinculadas a la Hermandad de San Sebastián.
Situada en la calle Real, es del Siglo XX, guardando los patrones estéticos de la arquitectura popular de Villanueva de Córdoba.
Otros monumentos de la Villa son la Casa Consistorial (1707), la Antigua Audiencia o los Refugios Antiaéreos de la Guerra Civil.
Entre los platos típico jarotas destacan la «chanfaina»del día de la matanza, las migas «tostás», el «ajo migao», el salmorejo y los productos del cerdo ibérico, siendo la joya el Jamón Ibérico de Bellota de Los Pedroches.
Los vinos cordobeses de la D. O. Montilla – Moriles pueden acompañar los platos de la villa.
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