En la Sierra Norte de Sevilla se encuentra el municipio de Cazalla de la Sierra, próximo a la confluencia con las provincias de Córdoba y Badajoz, rodeada de montañas y cursos fluviales.

Los indicios más remotos de presencia humana hasta ahora encontrados, parecen pertenecer a grupos de primitivos cazadores que utilizaron ya como habitación las Cuevas de Santiago.
Durante la conquista musulmana, la población fue llamada Castella «Ciudad Fuerte», siendo conquistada por el rey Fernando III en 1247, un año antes de la conquista de la capital sevillana.
En 1730 el rey Felipe V instaló en Cazalla de la Sierra su residencia de verano y la de su corte, del 13 de junio al 20 de agosto, por prescripción médica contra las depresiones que sufría.
Ese año se celebraron cortes en Cazalla, por lo que fue de hecho capital del Reino de España.
Durante un periodo Cazalla de la Sierra albergará a tres reyes de España juntos, Felipe V, Fernando VI y Carlos III, acompañados de toda la Corte Real.
La Cartuja de Cazalla dedicada a la Inmaculada Concepción se encuentra a 650 metros de altura sobre el mar en un lugar idílico cargado de historia, rodeado de bosques, un manantial de agua inagotable y vistas excepcionales.
Hay vestigios celtas, fenicios, romanos, musulmanes y cristianos. Parece ser que los primeros que se afincaron en este lugar fueron los fenicios que crearon la Ruta de la Plata y explotaron las minas del Cerro del Hierro.
Entre 1417 y 1420 Fray Lope de Olmedo construyó el monasterio de San Jerónimo de Acela sobre el recinto y en 1476 los monjes Cartujos relevaron a los Jerónimos en el monasterio.
Los monjes hospedaban a los peregrinos que hacían el Camino de Santiago en la Casa del Peregrino y se dedicaban a la labranza de las tierras, también introdujeron sus técnicas de elaboración de licores hoy mundialmente conocidos como licor de Cazalla.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación Iglesia parroquial aglutina dos proyectos inacabados. Su factura tiene origen en el siglo XIV, de estilo mudéjar, alargándose la obra y decoración hasta el XVIII, combinando renacimiento y barroco.
La enorme producción vinícola que tuvo Cazalla durante los siglos XV y XVI, dio como resultado la destilación de los sobrantes para obtener el alcohol con el que se empezó a fabricar el famoso aguardiente, que a partir de entonces toma el topónimo de la población «Cazalla».
La Semana Santa de Cazalla de la Sierra alberga las hermandades de penitencia de la Borriquita, El Cautivo, La Esperanza y el Santo Entierro.
El plato típico de la zona es el cerdo ibérico., aunque siendo zona serrana no podían faltar las estupendas carnes de caza (venado, jabalí, conejo o perdiz).
Se ha recuperado la tradición de elaborar buenos vinos locales Vinos de Cazalla, que maridan con los contundentes platos cárnicos.
Bona vespra . Tb hem estat
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